“Históricamente en Colombia cada vez que un grupo criminal, llámense carteles o delincuentes organizados, recurre a asesinar policías lo hace como una medida desesperada para tratar de distraer los esfuerzos operacionales que golpean la retaguardia estratégica de esas organizaciones o persiguen a sus cabecillas”, dijo Naranjo a corresponsales extranjeros en Bogotá.

Las autoridades colombianas han denunciado en los últimos días la existencia de un “plan pistola” de grupos al margen de la ley, entre ellos el narcotraficante Clan del Golfo, para atentar contra policías y militares en represalia por los operativos de la fuerza pública en su contra.

Según datos oficiales, en lo que va de mayo son más de diez los policías asesinados mientras cumplían su labor.

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El Clan del Golfo, antes conocido como Clan Úsuga o Los Urabeños, surgió tras la desmovilización en 2006 de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y es considerado actualmente como la banda criminal más grande del país.

Al respecto Naranjo, general retirado de la Policía, que fue director de la institución entre 2007 y 2012, indicó este lunes que la situación “ha estado muy complicada porque ha habido por lo menos la muerte de 10 uniformados”.

Sin embargo, el vicepresidente, consideró que el Clan del Golfo “sabe que el plan pistola no es sostenible” y que, por “poderosa” que sea la señal que envía a la comunidad, lo que evidencia es “debilidad” por parte de ese grupo.

Por lo anterior, explicó, “creemos que, como se ha probado en el pasado, la capacidad institucional colombiana terminará sometiendo a la ley a los responsables del plan pistola”.

EFE

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