Al parecer, los combatientes son miembros de ‘los Pelusos’, del EPL, y el Grupo Armado Organizado (GAO) residual, de las disidencias de las Farc, que se disputan el control territorial de los cultivos ilícitos y las rutas del narcotráfico, de acuerdo con Proclama del Cauca.
Los combates se registran en el corregimiento de Media Naranja, entre los sectores de La Quebradita y La Laguna, por lo que hay zozobra entre las comunidades indígenas y campesinas de Corinto, señaló Blu Radio.
A los enfrentamientos entre los dos grupos ilegales se sumaron tropas adscritas a los batallones de Alta Montaña N°8 y de Operaciones Terrestres N°13, que tratan de controlar la situación y evitar que las disputas afecten a los pobladores de esas regiones, agregó Caracol Radio.
Los combates también estarían afectando a los moradores de El crucero, Los Alpes, Las Cruces y Yarumales, zonas ubicadas en la parte alta de la montaña del norte de Cauca, aseguró el diario El País.
“Los integrantes de las juntas de acción comunal están, con megáfono en mano, alertando a la gente para que se ubique en las casetas o salones comunitarios porque los sujetos se están escondiendo en las viviendas para atacarse. Pedimos a las autoridades para que no nos dejen solos”, denunció un líder social al diario caleño.
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Entre tanto, las autoridades indígenas denunciaron que en Quebraditas “un grupo armado se posesionó en la vivienda de un comunero sometiendo al grupo familiar”, por lo que emitieron un comunicado en el que exigen respeto de los estándares internacionales, el derecho internacional humanitario y el acompañamiento de los organismos de derechos humanos, añadió el medio del Cauca.
Sobre la preocupante situación, las Naciones Unidas alertó en un hilo su cuenta de Twitter sobre “homicidios selectivos, atentados, amenazas, desapariciones y desplazamientos”.
De acuerdo con nuestro trabajo en terreno, por el actuar de una serie de actores armados en la zona norte del Cauca, las comunidades son víctimas de homicidios selectivos, atentados, amenazas, desapariciones y desplazamientos, entre otras violaciones.
— ONU Derechos Humanos Colombia (@ONUHumanRights) January 27, 2019
Finalmente, en un video registrado y publicado por un habitante de Corinto se escuchan las ráfagas de los fúsiles y la angustia de los residentes.
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