Este fue el segundo intento que el empresario cordobés hizo para que lo trasladaran a la costa, el primero había sido autorizado por un juez en marzo, pero la Base Naval de Cartagena —a donde Tapia quería que lo llevaran— no lo aceptó, recordó Semana.

En esta ocasión Tapia contó con mejor suerte, y logró que lo enviaran al batallón del Ejército en Malambo (Atlántico), que sí lo aceptó. Incluso, según el medio, el empresario está en el lugar desde el fin de semana, y allí seguirá pagando su condena de 17 años por cohecho e interés indebido en la celebración de contratos.

Tanto en la primera como en la segunda solicitud, Tapia alegó motivos de seguridad. En la de marzo, dijo que en la cárcel La Picota de Bogotá intentaron envenenarlo, publicó Caracol Radio, mientras que en la de este mes insistió que su vida corría peligro, pues era un testigo estrella de la Fiscalía en los procesos del ‘carrusel, especialmente contra el exalcalde Samuel Moreno, añadió la revista.

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De acuerdo con la emisora, el juez también le aceptó la petición de traslado a Tapia para garantizarle el arraigo familiar, pues gran parte de su familia vive en la costa.

Cabe recordar que, además, de trasladar al empresario para protegerle su vida, en enero un juez ordenó que se protegiera la integridad de su familia, sobre todo a sus hijos de 3 y 17 años que fueron amenazados.

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