El Sistema de Alertas Tempranas (SAT) analizó los químicos de varias cápsulas que se comercializan en esas ciudades y detectó que en realidad están compuestas por “moléculas pertenecientes al grupo de drogas denominadas como las NBOMe”.

El riesgo es mayor porque los consumidores de esos ácidos no saben que les están vendiendo sustancias más peligrosas. Se está comercializando un “cartón” que “cuenta con aproximadamente 25 dosis. Cada una de ellas se puede conseguir en el mercado por un costo que oscila entre los 15.000 y 30.000 pesos”, revela el SAT.

“Las moléculas encontradas son las 25B-NBOMe, 25C-NBOMe, 25I-NBOMe, 25D-NBOMe, 25E-NBOMe, 25G-NBOMe y 25H-NBOMe, sustancias sintéticas con efectos alucinógenos similares al LSD, que pertenecen al grupo de las feniletilaminas y que están clasificadas como alucinógenos verdaderos”, agrega el SAT de MinJusticia.

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La Dietilamida del Ácido Lisérgico (LSD, en inglés) es una de las sustancias químicas más potentes para cambiar el estado de ánimo.

“Se produce en forma de cristales en laboratorios ilegales, principalmente en Estados Unidos. Esos cristales se convierten en líquido para distribuirlo. Es inodoro, incoloro y tiene un ligero sabor amargo. Se vende en la calle en pequeñas tabletas (“micropuntos”), cápsulas o cuadros de gelatina (“cristal de ventana”) y a veces se añade a papel absorbente dividido en cuadros pequeños decorados con diseños o personajes de caricaturas”, explica la fundación Vida sin Drogas.

El “incremento en el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, la temperatura corporal; disminuye el apetito y causa náuseas, vómito y descoordinación motora” son algunos de los efectos que tiene esta droga sobre la conducta. Además, se dilatan las pupilas y provoca alucinaciones, señala la Organización Mundial para la Salud (OMS).

Si se usa de forma prolongada causa episodios psicóticos agudos o crónicos, ‘flashbacks’ o reexperimentación de los efectos de la droga mucho después de usarla, agrega la OMS.

Los efectos pueden durar entre 5 y 12 horas, según la dosis. Comienza a los 20 o 30 minutos del consumo y durante unas dos horas genera una sensación de exaltación. Luego, hasta los 60 minutos posteriores a la ingesta, y por 5 horas, se tienen alucinaciones y se viven alteraciones en el tiempo, las distancias, las formas y distorsión de imágenes y colores. Los efectos empiezan a disminuir entre las 8 y 12 horas con un estado de fatiga y abatimiento, informa el portal Échele Cabeza.

Pero el uso de esas NBOMe puede causar además “crisis de pánico con alto riesgo de presentar intentos de suicidio o episodios de psicosis paranoide severa, cuadros de despersonalización, insomnio y hasta cuadros convulsivos generalizados similares a un status epiléptico” debido a que potencia los receptores de la serotonina y alterar funciones como la regulación del “ciclo sueño-vigilia, los umbrales convulsivos y los movimientos coordinados”, revela el SAT.

“Por tratarse de una nueva sustancia psicoactiva (SPA), no se tiene conocimiento de investigación sobre sus efectos a largo plazo. Sin embargo, se tienen reportes de muertes producidas por el consumo de estas sustancias en países como Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda”, puntualiza el SAT.

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