La ley 1805 fue aprobada el pasado mes de agosto por el Congreso de la República, y la única manera de que los órganos no se destinen a los bancos es si, por escrito, auntenticado ante notaría y registrado en el Instituto Nacional de Salud, la persona manifestó su voluntad de no hacer efectiva la donación, explica Caracol Radio.

Así, los médicos están obligados a extraer los órganos de un recién fallecido, incluso si su familia se opone a eso, ya que la voluntad sobre la donación recae única y exclusivamente en la persona, no en sus familiares, añade la cadena radial.

La notificación indica que ninguno de esos órganos podrá ser implantado a extranjeros, precisa RCN Radio. Según Héctor Castro, director de medicamentos del Ministerio de Salud, hay más de 2.600 personas que esperan cada año por un órgano, y añadió:

Una persona puede esperar entre tres días hasta casi 7 años, esto depende de muchos factores, de la disponibilidad del órgano y de la estabilidad del paciente”.

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