El informe balístico indica que los disparos con los que murieron los campesinos fueron hechos con fusiles 5,56, que son los que usan tanto la Policía como el Ejército. Sin embargo, por la misma época de los asesinatos, 14 fusiles fueron hurtados, por lo que no se sabe si los disparos fueron hechos por bandas criminales u otros grupos al margen de la ley, explica Caracol Radio.
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El estudio también reveló más detalles de la trayectoria de los proyectiles. Por ejemplo, se pudo establecer que las balas entraron en dirección abajo-arriba, lo que podría dar un vuelco a la investigación, ya que las informaciones que se conocen hasta ahora indican que los miembros de la fuerza pública que participaron en el confuso hecho estaban en la parte superior de una montaña.
El ataque a los cocaleros de Tumaco ocurrió el pasado 5 de octubre y, en un comienzo, las versiones fueron encontradas. El Gobierno y el Ejército señalaron a disidencias de las Farc como responsables del hecho, mientras que los campesinos dijeron que los autores fueron miembros de la fuerza pública.
La “masacre”, como la han calificado varios colectivos de izquierda, ha generado varias manifestaciones, como la que ocurrió el viernes pasado en Cali, cuando estudiantes universitarios tiñeron el agua de varias fuentes de rojo, con el objetivo de visibilizar los asesinatos, cuya responsabilidad todavía está por establecerse, informó El País.
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