Derk Johannes Bolt y su camarógrafo Eugenio Ernst Marie Follender arribaron a la capital de Norte de Santander en camionetas luego de ser trasladados desde Ocaña por vía terrestre.

Bolt les manifestó a los medios de comunicación presentes que temieron por su vida, pero que sus captores nunca los amenazaron.

“Nunca pusieron sus armas contra nosotros. Eso fue una cosa que nos dio tranquilidad y que podía pasar algo bueno. Fue una experiencia en la que temí por mi vida durante una semana. No se necesita un arma para esto, muchas cosas pueden pasar”.

Los holandeses habían reconocido luego de su liberación que inicialmente pensaron que el Eln quería robarlos, ya que lo primero que les pidieron fue la cámara con la cual estaban realizando un trabajo periodístico en el Catatumbo.

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Luego del arribo de los comunicadores a Cúcuta, el vicepresidente de la República, Óscar Naranjo, aseguró que el Gobierno “celebra el regreso a la libertad de cualquier colombiano o extranjero raptado”.

Por su parte, el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, le aseguró a Noticias Caracol que este acto por parte del Eln es “un gesto de paz”.

“Nos da mucha alegría, sobre todo por las repercusiones internacionales que tiene este gesto de la guerrilla del Eln. Esto permite que continúen los diálogos [de paz] y que se pueda aceptar incluso la propuesta de la iglesia de que haya un cese bilateral al fuego.

Bolt y Follender hablarán con el embajador en Colombia de los Países Bajos en un hotel de Cúcuta antes de ser trasladados a Bogotá. Luego, los exsecuestrados retornarán a su país.

Finalmente, Bolt dijo, citado por Caracol, que esta había sido “una experiencia inolvidable, pero rara”.

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