Serán 300 tropas del recién creado Grupo Elite de Operaciones Urbanas del Ejército que se articularán con los demás componentes de las Fuerzas Militares y de Policía, para reforzar la seguridad de los ciudadanos en Bogotá, explica la Alcaldía en su sitio web.

Peñalosa le dio la bienvenida a la nueva unidad militar y aclaró que sus integrantes “no entran en competencia ni en conflicto con las responsabilidades que tiene la Policía”. Agregó que estas fuerzas son necesarias, pues de presentarse actos terroristas que pongan en riesgo la seguridad de los ciudadanos se cuenta con este grupo entrenado para actuar con precisión quirúrgica y que lleven a cabo las diferentes operaciones.

Los militares saldrán a las calles de la capital desde este jueves, en algunas áreas de la ciudad donde se requiere más apoyo, agregó Peñalosa. Y puso como ejemplos los casos de Semana Santa, cuando subieron a Monserrate más de 200.000 personas en tres días, y de la vía a La Calera, por donde transitan a diario cientos de ciclistas.

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Sin embargo, el experto en seguridad Andrés Nieto advirtió que la Constitución es enfática, en los artículos 217 y 218, en establecer las labores de la Policía y el Ejército: “El Ejército tiene una responsabilidad específica en la defensa nacional, en la soberanía y el territorio, y la que está a cargo del orden público, la seguridad y la convivencia es la Policía”, dijo en Caracol Radio.

Explicó que los policías reciben órdenes reflexivas, es decir que pueden pensar lo que les manda su oficial superior para saber cuál es el uso de la fuerza, que debe ser proporcional, mientras que los militares la orden es ‘debida’, que quiere decir que le hacen caso directo a su superior.

“Son fuerzas totalmente diferentes con alcances diferentes. No pueden entrar a una ciudad por que sí”, agregó Nieto en la emisora. “La Corte Constitucional, en el año 2002, en la sentencia 241, esclareció que el proceso con los civiles, con los ciudadanos en el interior de las ciudades corresponde a la Policía, a menos que se declare una emergencia en la que exista una necesidad de defensa del territorio”.

Además, en su análisis, ofrece un panorama desalentador sobre lo que puede representar la presencia de los militares en las calles bogotanas: “El militar que presencia un hecho así no puede entrar a defender al ciudadano si no tiene una orden directa de su comandante. Un policía sí, sin importar si es de infancia y adolescencia, ambiental… porque tiene una orden reflexiva: puede evaluar la situación e intervenir”.

En últimas, para Nieto la estrategia de la Alcaldía es mejorar la percepción de seguridad de los ciudadanos. “Más allá de la percepción, que podría mejorar, y que el ciudadano ve que hay una respuesta más de operatividad y de puesta en marcha visual, no hay una posibilidad directa de acción porque los militares no pueden intervenir, por ejemplo, para evitar un delito asalto, un hurto común”, dijo.

“Es una estrategia que evidentemente mejora la percepción porque la ciudadanía siente que tiene más respaldo de una fuerza militar. Sin embargo, también hay que explicarle a la ciudadanía cuáles son los alcances y los límites de la fuerza militar; hay que explicarle que hay unas situaciones en las cuales no van a poder intervenir: si a alguien le están robando su teléfono celular, pues el militar no va a poder incidir, defender porque tiene unas limitaciones legales”, concluye.

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