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Ha sido tal la indignación, que varios ciudadanos se movilizaron para buscar la recuperación de Sasha. Hasta el frente del edifico Kepler, en el norte de Bogotá, llegaron unas 100 personas a gritar consignas como “¡No al maltrato animal!” y “¡Rescaten a Sasha!”.

La perrita ya está en manos y bajo la protección de las autoridades distritales. Sin embargo, para algunos periodistas y analistas, el operativo que desplegó la Policía pudo resultar exagerado, si se compara con casos en los que se han perdido vidas humanas o se ha evidenciado un maltrato mayor contra menores de edad.

“Que el director de la Policía personalmente haya cogido este caso, me parece sorprendente (…). No me acuerdo haber visto al general Hoover Penilla haciendo un operativo parecido para atrapar a un violador en Bogotá. Lo de ayer (el rescate de la perrita) a mí me pareció grotesco; se perdieron los valores aquí, realmente se lo digo”, aseguró Felipe Zuleta, analista de Blu Radio.

Otras opiniones en esa misma emisora coinciden en que hay temas de mayor impacto como el asesinato reciente de 11 policías, caso en el que las autoridades han guardado silencio.

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“Es evidente que hay unos asuntos gravísimos para el país frente a los cuales no se está reaccionando adecuadamente”, aseguró en analista de Blu Radio Juan Lozano.

También, afirman, en el caso de Sasha hubo un ingrediente importante y tiene que ver con el video en el que se muestra la sevicia con la que el hombre la agrede y la perrita, con nobleza, ni le responde, ni lo voltea a mirar.

Para el periodista de Noticias Caracol Juan Diego Alvira, no hay duda de que el caso es indignante, pero “también hay que preguntarse algo que nos mortifica: ¿por qué no reaccionamos igual frente a otras agresiones tan brutales como, por ejemplo, la muerte sistemática de policías, los ataques a los niños, a bebés inclusive?”.

Sin embargo, agregó Alvira, hay que dejar en claro que no es que protestar contra el maltrato animal esté mal; pero, “¿por qué no lo hacemos igual o mucho más frente a otros casos peores?”.

Zuleta, por su parte, insiste en que los últimos periodistas asesinados en Colombia no han sido tendencia en redes sociales.

“Será que nos acostumbramos a la muerte, nos parece más importante la vida de Sasha que los 11 policías. Los golpes nos cambiaron los valores, no lo sé, no me atrevo a decir”, agregó Zuleta.

Esos mismos analistas coinciden en que el nivel de protección de los jóvenes por los temas de animales y de medio ambiente es enorme en Colombia y ha tenido un impacto político alto. Incluso, reconocen, ya tienen varias organizaciones que dan resultados.

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