Esa situación se confirmó cuando los pastores César Castellanos y Claudia Rodríguez de Castellanos le dijeran, la semana pasada, a Álvaro Uribe que daban un paso al costado por motivos “que usted conoce”.

Esos motivos, se estableció después, tuvieron que ver con que Uribe se negó a incluir a candidatos cristianos en los primeros lugares de las listas uribistas a Senado y Cámara.

“Cuando los Castellanos trataron de poner a Uribe contra las cuerdas exigiéndole una cuota de curules en Senado y Cámara, ya estaban preparando su camino de regreso a donde Germán Vargas Lleras, la que ya había sido su casa política”, dice El Tiempo.

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Ese diario asegura que los Castellanos “ya han tenido aproximaciones con el propio Vargas Lleras y que este les abrió las puertas de Cambio Radical ‘de par en par’, para que vuelvan a la que fue su casa”.

Además, cita una declaración del director de ese partido, Jorge Enrique Vélez: “Las puertas de Cambio Radical están abiertas para ellos. La doctora Claudia fue criada acá y uno puede volver a la casa cuando quiera”.

Uribe, por su parte, decidió guardar “prudente” silenco y así lo manifestó en Twitter:

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