Aroca Céspedes empezó a violar a su hija desde que ella cumplió 6 y siguió haciéndolo durante 10 años.

El abusador le decía que mataría a su mamá y otros familiares, si ella le contaba a alguien, explica la Fiscalía.

Cuando la menor cumplió 14 años, decidió actuar: con un celular escondido, grabó las violaciones y después pasó los videos a un CD.

La niña llevó el material al colegio donde estudiaba. Los docentes de la institución, con los videos, la ayudaron a denunciar a su padre.

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Finalmente, las grabaciones y el testimonio de la menor fueron suficientes para condenar al violador.

Aroca Céspedes fue imputado con los delitos “de acceso carnal violento agravado, incesto en concurso con acceso carnal violento con menor de 14 años y acto sexual con menor de 14 años”, explica la Fiscalía.

El hombre pagará su condena en la cárcel La Picota, al sur de Bogotá.

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