También, el togado condenó a Borráez por el secuestro extorsivo del comerciante Jhon Jairo Flórez Ospina (amigo de Certuche), y por los delitos de desaparición forzada y porte ilegal de armas, de acuerdo con Noticias Caracol.
Esta ejemplar sentencia (54 años y 11 meses de prisión) se profiere casi 3 años después de ocurridos los hechos —el 10 de julio del 2014— cuando se reportó la desaparición del ingeniero industrial, de 34 años, que había viajado dos días antes (8 julio) desde Cali a Bogotá para hacer unos trámites de su trabajo, indicó El Espectador.
Según el diario El País, el día de la desaparición, Certuche se reunió con su amigo Flórez (a quien conocía desde hace un año atrás) en un bar del Parque de la 93 para departir unos tragos.
Posteriormente, el ingeniero y el comerciante se encontraron con un hombre a quien Flórez conocía (desde hace 5 meses atrás) con el nombre de Max Rodríguez, un supuesto pintor profesional, que resultó ser Max Borráez, señaló en una investigación El Tiempo.
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Ese día, los tres hombres se dirigieron a la vivienda de Borráez —ubicada en el exclusivo sector de Cedritos, norte de Bogotá, donde el 9 de agosto fue encontrado muerto y enterrado Certuche— para concretar un negocio. En la casa estaba la esposa de Borráez (también condenada por el crimen), que le suministró una sustancia al aguardiente de los dos amigos, añadió El Espectador
Según la declaración de Flórez a la Fiscalía, de ese día solo recuerda que los esposaron, luego a él lo sacaron de la casa y Certuche se quedó allí secuestrado. Lo golpearon, perdió el conocimiento y recobró el sentido cuando estaba en una bodega del barrio Samper Mendoza, centro de la ciudad. En el lugar lo torturaron y lo obligaron a firmar unas escrituras de unas fincas, mencionó el informativo.
Dos días después, Flórez en un intento de huida recibió un disparo por parte de los captores. La detonación alertó a la Policía que logró el rescate del hombre y conoció sobre el caso.
Desde ese momento y con la versión de Flórez comenzó la búsqueda de la casa donde estuvo el comerciante y el ingeniero. Un mes después las autoridades descubrieron que Borráez había tomado en arriendo ese inmueble.
Al verificar el sitio notaron que el piso del patio había sido removido y enchapado con nuevas baldosas. Cinco metros bajo tierra estaba enterrado el cuerpo de Certuche, que tenía heridas por arma de fuego.
Borráez en ese entonces le pagó a un obrero para que enterrara el cuerpo. Este último sujeto también fue condenado por la justicia.
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