Desde la Ciudad Alfaro Montecristi, las delegaciones trataron varios temas que permitirán llegar a la “paz completa” en el país. En primer lugar aseguraron que esperan que el cumplimiento del “acuerdo suscrito entre el Gobierno y las Farc, avance la agenda de conversaciones pactada entre el Gobierno y el Eln, así como armonizar los dos procesos”.

Líderes sociales: Rechazaron los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos, además del “asesinato de treinta excombatientes de las Farc”. Aseguran que estos “hechos en su mayoría permanecen en la impunidad”, y que la “Fiscalía insiste de manera equivocada en no hallar conexidad en los mismos”.

Paramilitarismo: Se fueron en contra de quienes a aún están vinculados a estos grupos y calificaron esta actividad como “la mayor amenaza para la paz de Colombia, la sociedad y la democracia”, e instaron al Gobierno a “tomar medidas efectivas e inmediatas para el desmantelamiento definitivo de las operaciones y organizaciones paramilitares y sus redes de apoyo”.

Cultivos Ilícitos: También le dedicaron un punto a este tema. Aseguran que la solución no es “tratamiento exclusivamente represivo, de resultados nefastos como los que se vienen presentando en Tumaco y que amenaza con extenderse a otras regiones; para dar cumplimiento a compromisos adquiridos con los Estados Unidos”.

País en el que precisamente se conoció un informe que advierte que la coca sigue siendo una “amenaza” en su territorio porque la disponibilidad y consumo aumentó “significativamente” en el último año. La DEA, principal organización anticarcóticos, reveló que espera una expansión del cultivo de coca en Colombia este año y ve “inciertas” las implicaciones a largo plazo de la implementación de la paz con la guerrilla FARC.

Corrupción: Dijeron estar preocupados porque se los escándalos que han “invadido la estructura social del país y en general las instituciones públicas y privadas de la Nación”, porque esto “pone en peligro la posibilidad de la paz y el devenir de una democracia real”.

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La canciller, María Ángela Holguín, participó en esas reuniones con miembros del partido político Farc, representado por Rodrigo Londoño, Iván Márquez y Carlos Antonio Losada, y por parte del Eln, Pablo Beltrán, Aurelio Carbonell, entre otros responsables.

Las conclusiones de este intercambio de experiencias serán llevadas por Holguín; el alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera; y el jefe negociador, Juan Camilo Restrepo; al Presidente Juan Manuel Santos.

Cabe recordar que este martes inició el cuarto ciclo de conversaciones entre el Gobierno y Eln, que se centrará en un análisis del cese bilateral del fuego y las audiencias preparatorias de la participación de la sociedad, que se cumplirán entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre, en varias regiones del país.

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