Tres veces al día, los guardias deben informar su nombre y rango en un video en el que se registra la preparación y el transporte de los alimentos desde el sótano hasta la celda, ubicada en el séptimo piso de la torre C de la cárcel La Picota, y que son suministrados al confeso homicida de la pequeña Yuliana Samboní, informó El Tiempo.

Para llegar hasta la celda en la que permanece el indiciado, es necesario pasar por una ‘zona de apoyo’ que ocupa dos pisos del edificio, luego hay 4 pabellones y 3 rejas de alta seguridad, advierte el periódico.

Además de prevenir un posible ataque contra el recluso a través de la comida, la guardia debe evitar que las amenazas de otros presos del complejo carcelario se hagan realidad.

Desde su llegada a la celda de aislamiento, a Uribe Noguera lo han atormentado los gritos que le advierten que si la guardia lo saca del pabellón de máxima seguridad, de inmediato le enseñarían a no meterse más con los niños.

Por eso el protocolo es estricto y solo un máximo de 4 guardias están autorizados para estar en contacto con el preso. Todas las noches, cada media hora, la guardia lo despierta para confirmar su estado de salud.

Este 11 de enero, Rafael Uribe no asistiría a la diligencia de imputación de cargos en el complejo judicial de Paloquemao para evitar alteraciones del orden público, señaló una fuente al periódico.

Aunque el diario El Tiempo dice que el contacto con Rafael Uribe Noguera está restringido y que solo sale de su sitio de reclusión una vez al día, el portal Las2Orillas aseguró que un preso de “cuello blanco” se ha convertido en su “coordinador de derechos humanos”.

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