Las primeras mesas de votación ya cerraron pero buena parte del país sigue votando, en unos comicios donde la oposición demócrata es favorita a recuperar la mayoría de la Cámara de Representantes, mientras que el gobernante partido Republicano debería mantenerla en el Senado.

Con el dominio del Congreso y el programa de gobierno de Trump en juego, la votación temprana alcanzó niveles récord y la participación se presentaba alta en todo el país. Las 435 bancas de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y 36 gobernaciones están en liza junto a numerosos cargos locales y estatales.

Los demócratas necesitan una ganancia neta de 23 bancas para dominar la Cámara baja por primera vez desde 2010, y según las últimas encuestas tienen buenas posibilidades de conseguirlo.

Los republicanos, en cambio, tienen una ventaja de 51-49 en el Senado que seguramente mantengan debido a que defienden solo nueve escaños frente a los 26 que buscan retener los demócratas.

Sin embargo, luego del sorpresivo triunfo de Trump en 2016, la incertidumbre es real y los encuestadores son cautos.

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Muestra del interés que han generado estos comicios, 38,4 millones de votos anticipados habían sido emitidos en los estados que permiten esta modalidad, un 40 % más que en las elecciones de medio mandato en 2014, según el experto de referencia Michael McDonald, de la Universidad de Florida.

Desde Nueva York a California y desde Florida a Illinois, hubo largas filas desde las primeras horas de la mañana en los colegios electorales, con votantes ávidos de expresarse tras una polarizada campaña, marcada incluso por actos de violencia.

Las primeras urnas cerraron a las 6:00 p.m. (hora colombiana) en partes de Kentucky, Indiana y las últimas lo harán siete horas más tarde en Alaska.