“Queremos pedir perdón, primero que todo a Dios, cuyo nombre y mensaje hemos deshonrado y manchado; luego a todas las víctimas de esa violencia, así sea en muchos casos sólo a su memoria puesto que ya fueron eliminadas”, reza la carta.

También piden perdón “al país que aún sufre las secuelas o prolongaciones de esa violencia, sobre todo en sus capas sociales más excluidas, oprimidas y victimizadas”, agrega el texto que fue leído en las afueras de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, conocida popularmente como la iglesia del Voto Nacional.

Uno de los participantes, el padre Alberto Franco, explicó a Efe que la carta fue firmada por más de mil personas que decidieron “reconocer que miembros de la Iglesia han tenido responsabilidad en crímenes que vienen del pasado por pensamientos, palabras y obras”.

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Entre ellas citó el llamado que algunos sacerdotes hicieron a matar liberales durante las guerras civiles del siglo XIX o la época denominada como La Violencia, la excomunión de comunistas o “la participación de sacerdotes con paramilitares”.

Al acto acudieron algunas víctimas, como Gloria Gaitán, hija del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, asesinado el 9 de abril de 1948.

Ella detalló a Efe que con este acto “por primera vez se plantea públicamente el genocidio al movimiento gaitanista porque hasta ahora los académicos habían querido ocultar el crimen”.

En ese sentido, aseguró que la Iglesia traicionó a Jesús puesto que apoyó “tanto a la oligarquía liberal como a la conservadora para poder mantenerse en el poder” y generó “el odio entre el pueblo”.

Con EFE

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