“En ocasiones, querida Dayana, la vida se va de un totazo. A los 27 años. Cuando uno menos lo piensa”, así comienza el emotivo mensaje del catedrático, difundido por El Espectador, y con el que pretende darle ánimo a su exalumna destrozada por la pérdida de su esposo, el cantante vallenato.

“Se va al cabo de una parranda, en pleno Viernes Santo, cuando el alma busca un descanso”, continúa la misiva que, además, recuerda que Martín Elías sufrió el accidente de tránsito en San Onofre (Sucre), cuando se quitó el cinturón de seguridad para cambiarse de ropa.

El profesor, con un sentido relato, recuerda los minutos de angustia que padeció Dayana Jaimes y que se evidenciaban en sus redes sociales. Allí, pedía a los colombianos orar por la vida del artista.

“De manera que a las 12:45 de la tarde, el monitor cardíaco lanzó su tenebroso sonido final. Ahí quedabas con una nueva zanja en el corazón. Tú, y su familia, que apenas empezaba a sanar por la pérdida del mayor”, escribe refiriéndose a la muerte de Diomedes Díaz, padre de Martín Elías.

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Martínez que, al parecer, era muy cercano a la familia Díaz Jaimes le aconseja a Dayana que disfrute cada minuto de su exista, pues así lo querría el artista.

Así continúa su sentida carta:

“Conociéndolo como lo conocías, a esta hora debería estar pidiéndote perdón por las lágrimas que hoy afloran allí donde siempre quiso pintar sonrisas. El más sencillo y amoroso de los Díaz Acosta estaría ahora arrodillado ante su madre Patricia para suplicarle clemencia, también a ella, por esta nueva pesadumbre. Escrito está –le diría- que los hijos deben sepultar a sus padres, y no al revés. Pero así es la vida”.

“Les heredaría, del mismo modo, la satisfacción de haber vivido esta vida plenamente. En cada parranda, en cada conversación, en cada encuentro familiar, el gran Martín Elías disfrutó e hizo disfrutar como Dios manda”.

“Es posible que hayan quedado proyectos por realizar. El más grande de todos: ver crecer y realizar a sus hijos y a los sobrinos que sentía haber parido”.

El profesor pidió a Dayana que nunca olvide a su esposo, pues “uno muere de verdad cuando su gente ya no lo recuerda más”.

“Paz en tu tumba, Martín Elías. Y ánimo en la vida, querida Dayana”, concluyó.

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