Así mismo, asegura que fue presentada como ideóloga del Movimiento Revolucionario del Pueblo (MPR), al que “ni siquiera conocía”. La mujer hizo pública una carta que reproduce Las 2 Orillas.

En el atentado del centro comercial, ocurrido el 17 de junio,  resultaron muertas 3 mujeres.

Luego de asegurar que la captura de 12 personas (y su persecución) es un montaje y una falacia de la Policía Nacional y Fiscalía General de la Nación, y criticar a los medios por hacer eco de él, Arango ataca a “las clases dominantes en Colombia (que) quisieran hacernos volver al pasado legalizando una suerte de Estado de sitio”…

El pasado 4 de julio, las autoridades mostraron imágenes en las que se aprecia a una mujer, quien sería presumiblemente Arango, a quien señalan de realizar labores de inteligencia para el MRP.

Ella  “iba de avanzada en las labores operaciones y realizaba inteligencia previa con otras mujeres del movimiento a los sitios donde pretendía proyectar su accionar”, según publicó entonces CM&.

En su relato, Arango afirma que no estaba en su domicilio el 24 de junio cuando la Sijín y la Fiscalía fueron a buscarla a su casa en Chapinero y solo se enteró de la situación al día siguiente, pues ese día nadie le contestó sus llamadas para enterarla.

 

“Han iniciado toda una campaña que daña mi buen nombre, pone en riesgo mi integridad, viola todos mis derechos, y me condena sin siquiera ir a un juicio. Esta persecución legal de la que estoy siendo víctima, junto con mi familia a la que tienen acosada, perseguida y ultrajada”,

dice Arango en su carta.

A continuación les pregunta a la Policía, la Fiscalía y los medios de comunicación por qué la persiguen. “¿Por qué? ¿Por qué están señalándome de semejantes delitos que nunca he cometido? ¿Por qué me están persiguiendo y acosando de esta manera?”

Y después de eso, hace una larga disertación sobre la situación del país, las desigualdades sociales, la concentración del poder, la violación de los derechos humanos, la criminalización de la protesta social y el sesgo y la manipulación de los medios de comunicación al servicio de los poderosos.

Y al final remata:

“En este momento, con una orden de captura vigente, víctima del escarnio público por parte de los noticieros y medios escritos, mi vida no volverá a ser la misma, me han separado de las personas que más amo, me han condenado y creo que no podré hacer nada al respecto en lo que me resta de vida, que espero sea mucha, aunque en realidad no lo sé”.

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