La organización era conocida como ‘Los Perseo’ y utilizaba a mujeres como “correos humanos” para entrar los encargos ilegales a diferentes centros penitenciarios de Bogotá. Eso confirmó el coronel Alex Venegas, jefe de la Unidad Investigativa de la Sijín, en rueda de prensa:

“Identificamos esta estructura criminal dedicada a ingresar sustancias alucinógenas, armas blancas y equipos móviles a las cárceles del Distrito, mediante contenedores en las partes íntimas de las mujeres”.

Un recluso, conocido con el alias de ‘Guasemé’, era el encargado de contactar a los clientes dentro de la prisión para “garantizar las entregas y los pagos de los pedidos ilícitos”, señala un comunicado de la Policía.

Su esposa, alias ‘Sandra’, era quien gestionaba la compra de la droga, “coordinaba el proceso de prensado” y hacía contacto con los guardias del Inpec para el ingreso de las mujeres a la cárcel.

Los funcionarios cobraban entre 400.000 y 600.000 pesos, dependiendo la cantidad de estupefacientes que llevaran, por ayudarlas a entrar sin contratiempos, añade la misiva.

“Estas personas [funcionarios] eran las encargadas del acceso a las cárceles. Uno de ellos manejaba un sistema tecnológico que facilitaba que estas femeninas ingresaran varias veces a los diferentes patios de las cárceles, en un mismo día”, aseveró el oficial.

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En esas múltiples entradas a los centros carcelarios, las indiciadas lograban ingresar hasta 3 kilos de marihuana y 4 libras de cocaína. Eso representaba jugosas ganancias de más de 10 millones de pesos en un solo fin de semana o cerca de 45 millones de pesos al mes, según el coronel Venegas.

La ardua investigación de la Sijín de la Policía, en coordinación con la Fiscalía y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, permitió la captura de las 4 mujeres, los 2 guardias y otro integrante de ‘Los Perseo’.

Durante los allanamientos, los investigadores hallaron “gran cantidad de dosis de estupefacientes, 13 sellos de ingresos a las cárceles, 8 celulares, una gramera y más de un millón 900 mil pesos en efectivo, al parecer producto de la venta de la droga”, indicó la Policía.

Los acusados quedaron a disposición de la Fiscalía que les imputó los delitos de “tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir, cohecho propio y cohecho para dar y ofrecer dádivas”.