A través de las fajas camuflaban los productos que hurtaban, principalmente de aseo y licores, para después venderlos en puestos informarles que ubicaban en el centro de la capital, según informó la Policía de Bogotá.

De igual manera, las bolsas ‘biónicas’, que por dentro está forrada con papel metalizado en el interior, inhiben las alarmas de los sistemas de seguridad ubicados en las puertas de los establecimientos, por lo que los delincuentes no eran delatados por esos mecanismos.

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No obstante, la Sijin de la Policía de Bogotá volvió a capturar a los reincidentes, gracias a un trabajo articulado con los almacenes de pequeña y mediana superficie, y está vez lograron reunir suficientes pruebas para que los manden a la cárcel, aseguró el mayor Álex Venegas, jefe de la unidad investigativa de la entidad.

Las anteriores 45 veces solo les hicieron anotaciones y los dejaron en libertad.

Esta banda sería responsable de al menos 10 robos de supermercados, en 3 meses, que superan los 20 millones de pesos.

Así operaban los delincuentes: