La información la dio a conocer el mismo fiscal General, Néstor Humberto Martínez, que anunció que Luis Gustavo Moreno Rivero, director de la Fiscalía Nacional Especializada contra la Corrupción, fue capturado por hombres del CTI con apoyo de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) “por conductas que lesionan gravemente nuestra integridad institucional y desdicen de quien fue depositario de la mayor confianza, al serle asignada la responsabilidad de la Dirección de uno de los más importantes programas de esta entidad: La lucha contra la corrupción”.

Las conductas de las que habla Martínez tienen que ver con “el delito de conspiración para lavar activos con el fin de promover el soborno y la corrupción en Colombia”, señalamientos en los que además de Moreno Rivero también está implicado el abogado penalista Leonardo Luis Pinilla Gómez.

“Los cargos que estas personas enfrentarán en los Estados Unidos se relacionan con un supuesto concierto entre Moreno y Pinilla para obtener gruesas sumas de dinero del exgobernador de Córdoba, Alejandro Llyons Muskus, a cambio de actuaciones de Moreno para incidir en los casos que actualmente enfrenta Llyons en Colombia”, indicó Martínez, declaración que recoge la Fiscalía en un comunicado.

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El Fiscal aseguró que lo que llamó la atención de las autoridades fue que “Moreno y Pinilla, conjuntamente, y a través de Pinilla como intermediario de Moreno, buscaron a Llyons para exigirle dinero con los fines antes citados (…) “, y que esa presunta conspiración “trascendió al territorio americano, donde actualmente se encuentra Llyons, y llegó a tal punto que Moreno aprovechó una comisión oficial de trabajo para contactarlo de nuevo”.

Y especificó:

“Las pruebas acopiadas por funcionarios de Estados Unidos acreditarían que se reunieron hace aproximadamente dos semanas en el territorio americano. En una de esas reuniones, Moreno y Pinilla al parecer recibieron de Llyons un pago de varios miles de dólares americanos”.

Finalmente, anunció que si no es porque los agentes federales “vigilaron, grabaron, y documentaron las reuniones”, esta red de aparente corrupción habría pasado inadvertida en Colombia, pues se trata del jefe anticorrupción y hombre de confianza en la Fiscalía.

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