Una vez el profesor Wílmer Alberto Otero Rosales empezó a caminar por una vía del barrio La Candelaria, sur de la ciudad, un sicario lo abordó y sin mediar palabra le disparó en dos oportunidades, informó El Meridiano.

Luego, el individuo trató de rematar a su víctima en el piso, pero en ese preciso momento el arma se le atascó y no pudo accionarla de nuevo.

Pero lo que más llamó la atención de los testigos, según ese medio, fue que el señalado sicario sacó el celular y le tomó varias fotos al profesor porque creyó que estaba muerto.

Después, aprovechó la algarabía del momento y huyó con un cómplice que lo estaba esperando en una motocicleta.

La versión que entregan algunos testigos, y que recoge El Universal, es que tal vez el agresor pensó que había logrado el cometido y quería tener la evidencia para mostrársela al autor intelectual del ataque.

Foto: tomada de El Meridiano

Y aunque algunas personas creen que pudo tratarse de un atraco para robarle la moto al docente, quienes vieron al individuo tomando fotos dudan de esa hipótesis, indica el medio regional.

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Lo cierto es que al profesor lo alcanzaron a trasladar a un hospital en donde le salvaron la vida. Ahora, agregan los medios, Otero Rosales se recupera de las heridas producto de un disparo que recibió en el rostro y otro en un brazo.

La Policía investiga el caso y recolecta testimonios de testigos para tratar de identificar a los agresores, ya que la comunidad advierte sobre el incremento de la inseguridad en esa parte de la ciudad.

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