El pasado 6 de julio, el Ideam reveló que, durante 2016, se talaron 178.597 hectáreas de bosque natural, lo que representa un aumento de 44 % en comparación con 2015 y, además, significa que cada hora se perdieron unas 20 hectáreas.

Al respecto, The Guardian dice que gran parte de la destrucción es en zona remotas que estaban bajo el control de las Farc.

Para darle sustento a esa afirmación, el diario británico entrevistó a Jaime Pacheco, alcalde de Uribe (Meta), una población de histórica presencia guerrillera.

Pacheco explicó que las Farc, en el pasado, limitaban la tala a dos hectáreas por año, pero que eso cambió en 2016: “En una semana, 100 hectáreas fueron eliminadas, y poco es lo que podemos hacer”, dijo el mandatario municipal.

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El alcalde de Uribe también habló del tema con La Silla Vacía:

“Todo lo que la guerrilla no tumbó en cincuenta años, lo han tumbado otros este año”.

The Guardian agrega que había sitios de Colombia donde las Farc obligaban a las personas a conservar el 20 % de sus tierras con cubierta forestal.

“[La Farc] no eran ambientalistas, pero sí regulaban la actividad, y, dado que tenían armas, la gente cumplía”, dijo la activista Susana Mullohand, consultada por el diario británico.

Después de que las Farc se concentraron para desmovilizarse, varias personas “empezaron a expandir sus granjas”, añade el diario.

“No es que talen para llevarse la madera, sino para ampliar sus cultivos porque ya no hay quién les diga que no lo pueden hacer”, dijo Víctor Cabrera, concejal de Uribe, entrevistado por La Silla Vacía.

Según Mullohand, a las autoridades ya les han informado lo que está pasando: “Le dijimos al Gobierno que necesitaba establecer control en esas áreas rápidamente, pero no lo ha hecho”.

La Silla Vacía dice que hay sitios en los departamentos de Guaviare, Caquetá y Chocó donde la ausencia de las Farc también ha sido un factor para el aumento en la deforestación.

De acuerdo con ese medio, el Gobierno está implementando una estrategia llamada ‘burbuja ambiental’ para combatir la tala de bosques.

Gracias a la ‘burbuja’, en Caquetá han sido capturadas 83 personas y decomisados 21 carros que transportaban madera ilegal, así como 720.000 metros cúbicos de madera, explica La Silla Vacía, y agrega:

“Pero más allá de esas capturas, las cifras muestran que la deforestación va más rápido que la capacidad institucional para controlarla”.

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