El hombre, según los señalamientos de los uniformados que lo requieren, entraba a los bancos a pedir limosna.

Para despertar la compasión de los misericordiosos clientes, el hombre llevaba vendada su mano derecha y cuatro tornillos terapéuticos ‘clavados’ en el brazo del mismo costado.

Ante las órdenes de los policías de que se despoje de vendas y tornillos, el hombre se saca las que le cubren su mano como si fueran un guante de boxeo. Para retirar las de su brazo se demora un poco más.

En todo caso, cuando su extremidad queda expuesta, se ve que no tiene ningún tipo de lesión.

Al verse descubierto, opta solo por negar la acusación de que se mete a los bancos. Sobre su truco no dice nada.

Así quedó registrado el momento, en un video difundido por Minuto 30.

LO ÚLTIMO