Las imágenes del capturado circulan en redes sociales, puntualmente, en la página S.O.S. Bogotá, en Facebook (verlas al final de esta nota).
El caso se conoció luego de la publicación en redes sociales del video tomado con una cámara instalada en el interior de una camioneta donde ocurrieron los hechos, que no es el mismo que intentaba ser robado, sino uno que habían negociado previamente.
En el video se ve el forcejeo entre los 2 agresores, que iban en el asiento trasero de la camioneta, y los propietarios del carro, que iban en el asiento delantero.
De acuerdo con el relato de Quintero a Blu Radio, los agresores y ellos iban camino a una entidad bancaria en el Centro Comercial Titán, para recibir el dinero por el carro del que acababan de hacer los trámites de traspaso.
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Según el trato, una vez recibieran el dinero, ellos entregaban el carro, que estaba en un parqueadero, y los papeles del traspaso.
“A 50 metros de la entrada al parqueadero ellos brincan a la parte de adelante y cada uno nos encañonan a mi papá y a mí. Nos dicen que nos quedemos quietos o nos van a matar”, dijo Quintero.
Él trata de mantener la calma, pero su padre forcejea con los delincuentes y trata de salir del carro, sacando la mitad del cuerpo.
En ese forcejeo le pusieron a su padre unas esposas, que fijaron al cinturón de seguridad, porque parece que la intención era retenerlos.
Quintero no entendió el sentido del ataque en ese momento.
Todo parece indicar que querían quedarse con el carro traspasado sin entregar el pago. Y que luego de reducir a los dueños los iban a llevar al parqueadero donde estaba.
El padre comienza a gritar “atraco, atraco” para llamar la atención de los transeúntes, mientras Quintero se baja del carro y va en su auxilio.
“El tipo que estaba en la parte de atrás de la camioneta también salió y empujó a mi papá hacia la parte de adentro del carro. Cuando yo llego (a auxiliar a su padre) me lo encuentro de frente y me llamó la atención que la pistola tenía unas características extrañas (cañón con hueco muy pequeño)” y dedujo que era de juguete (balines)”. Quintero forcejea con el agresor de su padre y con ayuda de gente del centro comercial lo detienen, mientras su cómplice emprende la fuga a pie por la Avenida Boyacá hacia el sur.
El agresor capturado fue llevado a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Granja, y luego fue liberado por el juez de garantías porque no representaba un peligro para la sociedad.
Además de los 2 hombres que estaban en la camioneta, una mujer, a nombre de quien habría quedado el carro, está involucrada en los hechos.
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