“Rechazamos asesinato de José Jaír Cortés, vocal del Consejo Comunitario de Alto Mira y Frontera. Exigimos esclarecimiento de los hechos”, indicó en su cuenta de Twitter el organismo estatal que vela por los derechos humanos en el país.

La Defensoría agregó que había solicitado medidas de protección para los miembros del consejo comunitario de esta zona del convulso municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño, ante las amenazas y la “situación de riesgo inminente”.

Los líderes sociales y de derechos humanos en Colombia han sido blanco de ataques que dejan 190 muertos desde enero de 2016, según la Defensoría.

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Cortés fue asesinado en esta zona, fronteriza con Ecuador, donde una protesta de campesinos contra la erradicación de cultivos ilícitos hace dos semanas dejó seis muertos tras la intervención de la fuerza pública.

“José Jaír era líder del territorio donde asesinaron campesinos en Tumaco. Nos negamos a seguir enterrando nuestra gente”, escribió en Twitter el gobernador de Nariño, Camilo Romero, que se había reunido con el consejo comunitario la semana anterior.

Tumaco, el municipio del país con más sembradíos de hoja de coca, base de la cocaína, sufre el azote de diversos grupos armados que se disputan los corredores del tráfico de droga a Estados Unidos, con escala en Centroamérica.

Colombia es el principal productor y exportador de cocaína del mundo, según la ONU.

Más de medio siglo de un cruento conflicto armado en el país deja unos 7,5 millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.

El gobierno selló en noviembre un histórico acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colomnbia, hoy desarmadas y convertidas en partido político, aunque todavía quedan activos el Ejército de Liberación Nacional, disidencias de las Farc y bandas dedicadas al narcotráfico de origen paramilitar.

AFP

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