La mujer fue asesinada este domingo en la tarde por sicarios que la atacaron en su vivienda, en Tumaco, luego de que participara en una marcha por las calles de Pasto para rechazar los continuos asesinatos de líderes comunitarios en la región.

Al respecto, el secretario de Gobierno de Nariño, Édgar Insandra, dijo en Noticias Caracol que la mujer era reconocida como líder en la junta de acción comunal del barrio Viento Libre, y de grupos religiosos en la iglesia del sector.

“El alcalde ya hizo la declaración como líder social, ya está incluida dentro de la lista. Esta persona no tenía ningún tipo de amenaza en su contra, ella ejercía un liderazgo dentro de su parroquia. Sin embargo, no sabemos si ese liderazgo puede tener alguna conexión precisamente con el caso del homicidio”, manifestó Insandra en el noticiero.

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El sacerdote Daniel Zarantonello, que atiende a la comunidad del barrio en donde vivía la víctima, dijo en Semana que a Montaño Arboleda presuntamente la mataron “por vivir en un barrio convulsionado y violento”, y “no por su servicio comunitario”.

El religioso también dijo a ese medio que la mujer atravesaba dificultades económicas, que de todas formas se esforzaba por ayudar a la comunidad y que “para subsistir debía hacer de todo, (hasta) vender fritanga”.

Montaño Arboleda tenía siete hijos y según la Policía no había denunciado amenazas en su contra.

Así las cosas, la hipótesis que se maneja en este caso es que la mujer pudo haber sido víctima de grupos armados ilegales, pues según constató Semana hay organizaciones que tienen poder y capacidad “para someter a la comunidad, atrincherarla en sus propios barrios y establecer fronteras invisibles”.

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