La reunión del escolta de la Unidad Nacional de Protección (UNP) con el Jefe de Estado ha sido la muestra más visible del aval que ha dado el país a la conducta de Muñoz.

El escolta aseguró que no se arrepiente porque durante los cerca de 20 años que lleva de escolta siempre ha estado dispuesto a “colaborarle a un tercero, y a ayudar”, y que volvería a actuar en un caso similar porque siempre está dispuesto a ayudarle a alguien que lo necesite, dijo en Blu Radio.

Muñoz contó en esa emisora cómo fue su corto encuentro con Santos:

“El presidente me preguntó los hechos, cómo fue la reacción y me dijo: ‘Felicitaciones, Mario, hizo lo correcto’”.

Incluso, el Fiscal Martínez dijo, en una rueda de prensa, en días pasados que la entrevista a la que fue citado Muñoz, y que se cumplió este lunes, sería solo para “ratificar si actuó en legítima defensa, desde el punto de vista formal”.

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Luego de la diligencia judicial, la defensa de Muñoz espera que la Fiscalía archive el proceso “al considerar que no hay pruebas suficientes para solicitar una audiencia de imputación de cargos ante un juez de Bogotá”, señaló La FM.

Cabe recordar que incluso se desató un movimiento ciudadano con el que se recogieron miles de firmas para evitar que Muñoz fuera a la cárcel, o atravesara un proceso judicial por dispararle al ladrón, que finalmente murió.

Sin embargo, el apoyo que ha tenido el escolta “no debe entenderse como que las autoridades deberían abstenerse de investigar lo ocurrido”, señaló El Espectador en su editorial del pasado sábado.

Es decir, según el diario, que “es importante que todos los casos se investiguen a fondo porque […] pueden ocurrir situaciones en las que sí se presenten extralimitaciones que deban ser castigadas. El requisito de la proporcionalidad no es un capricho; se encuentra en la esencia lógica del derecho en cuestión: defenderse de manera adecuada en casos excepcionales”.

En ese sentido, en el análisis del caso los panelistas de Blu Radio aseguraron por un lado que están de acuerdo en que está configurada la legítima defensa, pero se debe tener cuidado con el manejo del caso.

En primer lugar, Álvaro Forero aseguró: “Hay que tener mesura en exaltar demasiado este tema. Porque una cosa es el derecho y el deseo de los particulares a defenderse de la violencia de los delincuentes, y otro, estimular la defensa por propia mano. Pero, sobre todo, que la población se arme con el mito del derecho de autodefensa”.

Forero agregó que “esa obsesión por el derecho a defenderse de los ciudadanos llevó a Estados Unidos a ser el mar de armas y de violencia armada que es hoy. El principio genera una bola de nieve de compraventa de armas que termina generando arrepentimiento de las sociedades al final. […] Una cosa es un escolta del Estado, y otra cosa es un ciudadano. Los ciudadanos defendiéndose es un derecho, pero hay que ponerle límite”.

Felipe Zuleta, por su parte, preguntó sobre el debate jurídico que abre el hecho que un escolta de la UNP no sea una autoridad legítimamente constituida, porque no es policía, y que es distinto de cómo puede actuar cuando se trata de la persona que escoltan: “¿Pueden los escoltas salir a utilizar su arma distinto de hacerlo para defender a su protegido?”.

Entre tanto, Nicolás Uribe enfatizó que no se puede confundir legítima defensa con justicia por mano propia, porque además tienen tratamiento legal diferente, y “es lo que hace que Mario no sea un asesino”. Además, que es un comportamiento para exaltar porque la mayoría de las personas corre cuando alguien pide ayuda para defenderse de un crimen, contrario a lo que hizo Muñoz.

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