De esos hechos, en 331 se concluyó que no constituyeron incidentes, y hay 18 casos pendientes de cerrar, informó la Misión de la ONU en el informe final de actividades presentado este lunes, al dar por concluida esa fase al haber dejado ese grupo las armas.

De los 142 casos restantes, 78 fueron catalogados como “incidentes relevantes que no constituyen violación” del cese el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo (CFHBD) y de la dejación de armas por parte de la antigua guerrilla ahora convertida en partido político. Otros 54 hechos fueron considerados “violación leve” del cese el fuego y 10 constituyeron “violación grave” de lo pactado.

“El MM&V, en su función, realizó exclusivamente actividades de verificación de hechos que se podían constituir en incidentes o violaciones relacionados al cumplimiento del acuerdo del CFHBD”, explica el informe que recopila todas las actividades desarrolladas por los integrantes del Mecanismo.

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El cese el fuego bilateral y definitivo, producto de las negociaciones de paz en La Habana, fue firmado el 23 de junio de 2016 y entró en vigor el 29 de agosto del mismo año.

Justamente, este martes se cumple un año de la firma del primer acuerdo de paz del Gobierno y las Farc, que fue rechazado una semana después por estrecho margen en un plebiscito, lo que obligó a reabrir las negociaciones para un acuerdo final que se firmó el 24 de noviembre pasado.

“Grandes fueron los desafíos y amenazas que se afrontaron para el desarrollo normal de las actividades del MM&V, debido a las condiciones particulares del entorno de seguridad que rodearon la implementación del fin del conflicto”, agrega el informe.

Según la Misión de la ONU, “las múltiples amenazas a la seguridad que hacían parte de la cotidianeidad de Colombia (…) en menor o mayor medida afectaron el proceso de paz entre las partes”.

En este contexto, el MM&V identificó acciones armadas en zonas de incidencia de las Farc por parte de otros grupos ilegales, como el Eln, la banda criminal ‘Clan del Golfo’ y otros “que rivalizan entre sí por el control de las actividades relacionadas con la minería ilegal, el narcotráfico y la extorsión”.

El Mecanismo contó con 1.136 monitores, de los cuales 323 fueron miembros de la Fuerza Pública, un número igual de las Farc y 490 observadores internacionales y civiles de la Misión de la ONU.

“Vale la pena destacar la inclusión de género, con la participación total de 187 observadoras”, de las cuales 19 fueron del Gobierno, 59 de las Farc y 109 de la ONU, lo que “representó la mayor participación de mujeres en una misión de paz a nivel mundial”.

Las fuerzas de seguridad colombianas dispusieron además de 12.824 de sus miembros para la seguridad y protección de los integrantes del MM&V, de autoridades e integrantes de las Farc en las 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) en las que se reunieron los guerrilleros para dejar las armas.

Según el balance, “cerca de 6.934 integrantes de las estructuras armadas de las Farc” se agruparon en las ZVTN “con su armamento, equipo, víveres y demás pertrechos para dar inicio al proceso” de cese el fuego y dejación de armas.

A ese grupo se sumaron 2.256 milicianos, como se conoce a los colaboracionistas de la antigua guerrilla, añade el informe.

El Mecanismo también certificó el término de cada una de las fases del proceso de dejación de armas de las Farc.

El pasado 27 de junio se celebró el acto oficial de adiós a las armas individuales de esa guerrilla y el 16 de septiembre la Misión de la ONU dio por concluido el desmantelamiento de las “caletas” (escondites) de explosivos y armas de las Farc.

Según el balance de hoy, fueron intervenidos 750 de estos depósitos, y quedan pendientes 277.

EFE

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