Trump se acercó al milenario muro de piedra, posó su mano derecha sobre él e introdujo una nota escrita en un pequeño papel en una de las grietas, como indica la tradición, informa The Washington Times.
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El mandatario, que usaba una kipá en su cabeza, visitó el lugar acompañado por su esposa, Melania Trump, su hija Ivanka y el esposo de ella, Jared Kushner (que es judío). Las mujeres hicieron sus respectivas oraciones en el espacio del muro que es dedicado para ellas.
La pareja presidencial estadounidense también visitó la iglesia del Santo Sepulcro, ubicada a pocos metros, en donde, según la tradición cristiana, se encuentra la tumba donde fue enterrado Jesucristo luego de su crucifixión.
El Muro de las Lamentaciones hace parte de la fundación del Segundo Templo Judío, construido por el rey Herodes en el siglo primero, antes de Cristo, y es un sitio de peregrinaje para todas las personas que practican el judaísmo en todo el mundo.
La construcción está ubicada en la zona oriental de Jerusalén, un territorio que representa una disputa para Israel y Palestina, que quiere convertir a esa ciudad en la capital de su propio Estado independiente. Sin embargo, Jerusalén hace parte de Israel desde 1967, como resultado de la Guerra de los Seis Días.
El hecho de la anexión de Jerusalén a Israel fue motivo de varias celebraciones, que se prolongaron hasta el momento de la visita de Trump al país. De hecho, horas antes de su llegada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que la mencionada guerra, ocurrida hace 50 años, significó “regresar al corazón de nuestra capital y de nuestra tierra”, y aclaró que lo que sucedió en ese momento no fue una conquista, sino una liberación, informa Times of Israel.
Estados Unidos critica a Petro en la ONU y evalúa si continúa apoyo a Colombia en el Acuerdo de Paz
Estados Unidos lanzó fuertes críticas al presidente Gustavo Petro durante la más reciente sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se presentó el informe trimestral sobre la paz en Colombia. El representante estadounidense, Mike Waltz, acusó al Gobierno de usar “retórica incendiaria” y de impulsar políticas que, según Washington, socavan los avances hacia una paz duradera. Además, cuestionó la ampliación del mandato de la Misión de Verificación, señalando que se ha desviado de su objetivo inicial —la desmovilización de las Farc— para centrarse en lo que calificó como “prioridades políticas excesivas”, como la JEP y el apoyo a minorías étnicas.
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