Ni autoritario, ni corrupto como Nixon, ni populista, ni empresario; Donald Trump es, según el columnista del ‘Times’ David Brooks, tan solo un hombre infantil.

El autor de la columna titulada ‘Cuando el mundo es liderado por un niño’ dice que la inmadurez se está convirtiendo en la característica más notoria del presidente de EE. UU.

Hay actitudes que una persona ha superado antes de los 25 años, pero no así Trump, según el autor, como quedarse quieto cuando está sentado, o dar respuestas coherentes de más de 200 palabras.

Trump, explica el columnista, no solo tiene un vocabulario limitado, sino que en conversaciones con medios de comunicación tiene la tendencia a terminar las frases con la idea de “cuán injusta” ha sido la prensa con él.

El artículo continúa abajo

Brooks hace notar que el mandatario tiene problemas para mantener el foco de atención, lo que le permitiría, si lo hiciera, memorizar datos y escuchar a los demás.

Desde el punto de vista sicológico, al igual que un menor de edad, Trump necesita aprobación de los demás para reforzar el concepto de sí mismo y es por ello que se ve en la necesidad de “echarse flores” por todo, como ser el más conocedor del armamento que posee su país, incluso más que el propio ejército; decir que solo necesitó poco tiempo para comprender el sistema de salud de su país; y creer que es el que mejores discursos da, entre otros comentarios para mostrar algo que no es.

“Él se cree poseedor de todos los records, y sufre de un fenómeno en el que el incompetente es demasiado incompetente como para comprender su propia incompetencia”, reza la columna.

Otro de los aspectos que menciona el comunicador es el de que el presidente cree que todo lo que hace está bien, como pensar que le iban a aplaudir que hubiera despedido al director del FBI o que el mundo lo iba a adorar después de ser nominado como candidato del partido, y por ello “anda perpetuamente sorprendido porque la realidad es diferente de sus fantasías”.

Un último aspecto que todos los adultos tienen, pero no Trump, es saber leer a las personas y entender actitudes como la falsa modestia, pero para el mandatario las personas son simplemente cajas negras que le suministran apoyo o desaprobación, lo cual lo hace “altamente transparente”, como cuando reveló información secreta al canciller ruso y al embajador de ese país en EE. UU.

Y para terminar, Brooks cita a un columnista del portal Vox, que dice: “Queremos desesperadamente entender a Trump, pues eso nos daría un sentido de control, o por lo menos de predecir qué hará a continuación. ¿Pero qué pasa si no hay nada qué entender? ¿Qué pasa si allí no hay nada?

LO ÚLTIMO