La decisión la tomó el presidente de Estados Unidos este viernes y desde ya se vaticina un verdadero terremoto político.

Fiel a su estilo, Trump utilizó la red social Twitter para anunciar el nombramiento del general John Kelly, actual secretario de Seguridad Interna, como nuevo jefe de Gabinete. “Es un gran estadounidense”, apuntó Trump en su mensaje.

En tanto, agradeció a Priebus “por sus servicios y su dedicación a esta país. Hemos conseguido muchas cosas juntos y estoy orgulloso de él”.

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Trump viajó este viernes a Long Island (Nueva York) con una comitiva que incluía a Priebus. Sin embargo, cuando el avión presidencial Air Force One retornó a Washington, al promediar la tarde, el mandatario ya tenía un nuevo jefe de Gabinete.

Priebus, quien se desempeñó durante varios años como presidente del Comité Nacional del partido Republicano, había sido una pieza fundamental en la formación del gobierno después de las elecciones, en el comité de transición.

Sin embargo, la llegada de Anthony Scaramucci a la Casa Blanca como nuevo jefe de Comunicaciones selló la suerte de Priebus.

Clima explosivo

De acuerdo con Scaramucci, Priebus bloqueó durante cinco meses su llegada a la Casa Blanca.

Además, Scaramucci llegó a la conclusión de que Priebus era el principal responsable por la incontenible secuencia de filtraciones a la prensa de asuntos internos de la Casa Blanca, incluyendo informaciones comprometedoras.

Esta semana Scaramucci realizó una explosiva llamada telefónica a un periodista para presionarlo a que dijera quién le abastecía de informaciones desde la Casa Blanca, y el contenido de la conversación se tornó público.

En esa conversación, Scaramucci definió a Priebus como un “esquizofrénico paranoide, un paranoico”, y adelantó que sus horas como jefe de Gabinete estaban contadas ya que lo habían identificado como el principal responsable por las filtraciones a la prensa.

Las tensiones entre Scaramucci y Priebus habían tornado literalmente explosivo el clima en la Casa Blanca en los últimos días.

En su primera aparición pública, Scaramucci (un multimillonario famoso por el estilo abrasivo de tratar a sus subordinados) había dejado claro que Trump lo había llamado a la Casa Blanca para poner orden.

Por ello, Scaramucci dijo que el presidente le había pedido que pusiera punto final a las filtraciones a la prensa. Por ello, insistió en que se reportaría “directamente al presidente”, indicando que no pensaba discutir nada con Priebus.

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