Este sábado, el Departamento de Justicia estadounidense hizo oficial la apelación del bloqueo temporal impuesto por un juez federal al decreto de Donald Trump que prohíbe el ingreso de ciudadanos de siete países musulmanes a Estados Unidos.

El viernes, un juez federal del Estado de Washington emitió una orden temporaria aplicable al conjunto del territorio estadounidense, mientras examina una demanda, con la que suspendió el decreto impuesto por Trump.

Las agencias gubernamentales y las compañías aéreas volvieron a aplicar los procedimientos habituales y aquellos ciudadanos con visas válidas comenzaron a pisar nuevamente suelo estadounidense.

La situación provocó la ira del nuevo mandatario estadounidense que se desató con una serie de tuits enviados desde su residencia Mar-a-Lago, en Florida, donde pasa el fin de semana con su familia.

En sus mensajes, se dirigió específicamente al juez federal que tomó la decisión, James Robart. Un ataque inusual de un presidente electo a un juez que fue además designado por el expresidente republicano George W. Bush.

“La opinión de este supuesto juez, que en definitiva priva a nuestro país de su policía, es ridícula y será revertida”, advirtió Trump en la mañana del sábado.

A la noche, siempre por Twitter, agregó: “El juez expone a nuestro país a potenciales terroristas y a otros que no tienen las mejores intenciones. ¡La gente mala está muy feliz!”

Más tarde, el Departamento de Justicia apeló la decisión judicial. El caso pasará ahora a una corte federal de apelaciones.

Ganaremos. Por la seguridad del país, ganaremos”, declaró Trump a periodistas.

En paralelo, esta cartera informó que los ciudadanos de los países implicados (Irán, Irak, Yemen, Siria, Libia, Somalia, Sudán) están de nuevo autorizados a viajar siempre y cuando sus visas no hayan sido “físicamente canceladas”.

El Departamento de Estado informó previamente que suspendió la revocación de unas 60.000 visas.

Joe Raedle/Getty Images/AFP

Nuevas manifestaciones

La orden ejecutiva de Trump, en vigencia desde hace una semana, buscaba impedir la entrada de los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días. También bloqueaba el programa de acogida de refugiados durante 120 días, y de forma indefinida en el caso de los sirios.

La respuesta a Trump fue igualmente severa, con llamados a varias manifestaciones en el mundo y luchas internas dentro de la Casa Blanca.

De Londres a Nueva York, pasando por Berlín y París, miles de personas manifestaron de nuevo este sábado contra el decreto.

Cientos de personas protestaron en Washington, unas 3.000 en Nueva York, 10.000 en Londres, y otras miles en París, Barcelona, Estocolmo y Berlín.

David McNew/Getty Images/AFP

Precipitarse al aeropuerto

Los vuelos hacia Estados Unidos aceptaban nuevamente a personas procedentes de los siete países afectados por el decreto del gobierno, como lo especificó la compañía aérea Qatar Airways.

Lufthansa, Etihad, Swiss, Qatar Airways e incluso Air France cambiaron el procedimiento de la noche a la mañana.

“Aplicamos inmediatamente la decisión de la justicia anunciada esta noche (por el viernes)”, aseguró un portavoz de Air France a la AFP.

“Está claro que las personas que estaban formalmente afectadas por la prohibición pueden desde ahora viajar y ser admitidas en Estados Unidos”, explicó a la AFP Peter Spiro, profesor de derecho en la Universidad Temple de Filadelfia.

Spiro aconsejó a los viajeros implicados:

Vayan ya mismo a un aeropuerto y embarquen en el primer vuelo” hacia Estados Unidos porque la respuesta de la Casa Blanca puede llegar “muy, muy rápidamente”.

La demanda elevada el lunes por el fiscal general del estado de Washington, Bob Ferguson, estimaba que el decreto gubernamental viola los derechos constitucionales de los inmigrantes al tomar como blanco específicamente a los musulmanes.

El fin de semana pasado el decreto había llevado a la detención en los aeropuertos de 109 extranjeros que residían legalmente en el país, según la Casa Blanca, mientras a otros centenares se les impedía embarcar hacia Estados Unidos.

AFP

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