En fragmentos del libro publicados por El Espectador, Sierra recordó que la llegada a ese país de la esposa e hijos de Escobar se remonta a finales de 1994.

Desde que se instalaron en Buenos Aires, “la mujer comenzó a hacer negocios inmobiliarios” y su hijo, Sebastián Marroquín, le siguió los pasos, indicó el periodista.

“Su hijo se graduó de arquitecto en la Universidad de Palermo, se casó con su novia colombiana y todos armaron una empresa con oficinas en Puerto Madero desde la que compran departamentos en mal estado, los remodelan y los venden a precios de Manhattan”.

El artículo continúa abajo

De la hija de Escobar, no se dice nada de su actividad actual.

Esta semana, se reveló que tanto la viuda como el hijo de Pablo Escobar son sospechosos de lavado de activos en Argentina.

Por otra parte, uno de los hijos de Miguel Rodríguez Orejuela, Juan Miguel Rodríguez Arbeláez, también vive en Argentina, pero desde el año 2009.

Allí se dedica a ser representante de futbolistas colombianos y también es “un intermediario en la compra y venta de jugadores”, contó Sierra.

También dijo que Juan Miguel Rodríguez todavía está encargado del negocio familiar insignia del Cartel de Cali:

“Desde su departamento del barrio de Palermo, Juan Miguel también sigue al frente de lo que le queda de la controvertida cadena de 883 farmacias Drogas La Rebaja, creada por su padre y su tío, y que siguió siendo manejada por una supuesta cooperativa de empleados”.

Antes de llegar a Argentina, Juan Miguel, afirma Sierra, fue acusado de robarse 4.7 millones de dólares en pases jugadores cuando manejaba el club América de Cali.

LO ÚLTIMO