El temblor se produjo a poca profundidad frente al litoral de la región de Mindanao, a 700 km al sureste de Manila, indicó el Instituto Estadounidense de Estudios Geológicos (USGS).

Las autoridades estadounidenses habían advertido del riesgo de marejadas en Mindanao y en Indonesia después del sismo, que se produjo a las 04:23 hora local (20:23 GMT del viernes), pero dos horas después la alerta fue levantada.

Los residentes de la zona saltaron de sus camas por el miedo y salieron a las calles. El sismo dejó grietas en un hospital, en dos edificios del gobierno y en un puerto. Al menos una casa se derrumbó y hubo un corte de electricidad, pero breve.

“Primero parecía que el suelo se levantó y después comenzó a moverse violentamente de lado a lado. Después se fue la luz”, dijo Adrian Morallas, empleado de la defensa civil en la ciudad de General Santos.

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“Me agaché y me escondí debajo de mi escritorio, como dice nuestra directiva para enfrentar los desastres, me pareció muy difícil porque estaba oscuro y el suelo se agitaba”, agregó.

Morallas dijo que a las comunidades costeras se les ordenó evacuar la zona como precaución, pero las autoridades no cuentan con datos sobre cuántas personas efectivamente abandonaron sus hogares.

Morallas informó que dos personas resultaron heridas durante la evacuación en la zona de Mindanao, en las localidades de Glan y de Malapatan. El sismo se produjo a una profundidad de 41 kilómetros de la isla de Mindanao, informó el USGS.

Filipinas está situado en el “cinturón de fuego” del Pacífico, una zona de contacto de placas tectónicas, lo que provoca una frecuente actividad sísmica y volcánica.

Un mortífero sismo de magnitud 7,1 dejó 220 muertos en octubre de 2013 en las islas del centro del archipiélago.

Con AFP

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