Sin embargo, antes de llegar a la capital italiana, Ezequiel Villalonga, Daniel Sgardelis y Claudia Labeguerie, fueron hasta Ginebra (Suiza) para denunciar ante las Naciones Unidas los abusos y las torturas que sufrieron en esa institución durante años.

“¿Para qué venimos a Europa? Porque necesitamos que la situación cambie. Mientras que el papa está acá tranquilo, ocultando cosas, necesitamos que se acaben los abusos en todo el mundo. Esto tiene que acabar”, manifestó Villalonga.

México

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Por su parte, Sgardelis pidió que el pontífice argentino “entregue pruebas”, fotografías y nombres de los sacerdotes que estuvieron en el instituto en los años en los que se cometieron los abusos a menores, para que sus víctimas puedan identificarlos y sean juzgados.

“Necesitamos que se deje de hablar tanto y se tomen medidas para acabar con los abusos de una vez por todas”, agregó Sgardelis, quien al tiempo denunció el “silencio” del Vaticano ante este caso.

Los tres han emprendido el viaje acompañados de sus abogados Lucas Lecour y Sergio Salinas, los cuales defendieron la necesidad de que “la santa sede colabore en la investigación”.

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A pesar de que le han comunicado de manera formal al papa su voluntad de ser recibidos, Salinas explicó a que por el momento no han recibido ninguna respuesta acerca de la posibilidad de tener esta reunión antes del domingo, cuando regresarán a Argentina.

Caber recordar que la justicia de ese país condenó en noviembre pasado a penas de 42 y 45 años de prisión a los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, respectivamente; y de 18 años al jardinero Armando Gómez, por abusos sexuales a alumnos con discapacidad auditiva en el Instituto Próvolo.