La explosión fue detectada por militares portugueses que estaban en la zona haciendo misiones de vigilancia marítima, según un comunicado de esa entidad, informa Público.

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Cuando se registró la explosión, el equipo de la Fuerza Aérea lusa, que estaba en una aeronave al servicio de Frontex (Agencia europea de control de fronteras), asumió las labores de rescate de todas las personas afectadas que, según Correio da Manha, venían del norte de África.

Los portugueses trabajaron en conjunto con el Centro de Búsqueda y Salvamento de Almería (España) que envió al lugar, entre otras cosas, un helicóptero y una embarcación. El bote salvavidas que lanzó la aeronave portuguesa logró salvar a la mayoría de los migrantes, poco antes de que otros medios marítimos y aéreos llegaran para transportarlos a todos a tierra firme.

Según fuentes oficiales, pasaron 3 horas y 20 minutos desde el momento de la detonación (sobre las 10:20 a.m., hora local) y el momento en que el último migrante fue rescatado por una embarcación española, indica Observador.

En la grabación se ve el momento exacto en el que de la parte posterior de la embarcación surge el fuego, que en pocos segundos se expande, obligando a las personas a tirarse al agua. Luego, muestra la acción de las autoridades portuguesas.

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