La mujer, que acababa de tener un bebé y está en periodo de lactancia, le dijo a la policía que si le permitían ser arrestada después, informa el Huffington Post.

En su defensa, la madre residente en Grandville (Nueva York) dijo que solo se había preocupado por su hija, pues quería evitarle problemas con los profesores por el manejo del teléfono celular durante clases.

La mujer, de nombre Jodie May, estuvo en la comisaría durante algún tiempo pero la dejaron salir luego de pagar una fianza de 200 dólares.

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Los cargos por hurto fueron interpuestos por el exesposo de May, pero más tarde la policía descubrió que el teléfono estaba a nombre de la adolescente, por lo que la demanda quedó sin piso, de lo contrario le hubiera significado 93 días de cárcel a May, con todos los problemas que eso le hubiera acarreado para cuidar a su bebé.