La marcha de las antorchas recorrió unas seis cuadras por la céntrica Avenida de Mayo hasta llegar a la sede del Congreso, en rechazo a los nuevos aumentos en los servicios de agua, electricidad y gas anunciados por el gobierno de Mauricio Macri.

En Buenos Aires, los aumentos serán de entre 38,5 % y 42 % en transporte, 35 % en gas, 55 % en electricidad y 48,5 % en agua corriente.

Miguel, de 27 años e integrante del Sindicato de obreros curtidores señaló:

“La plata no alcanza, no llegamos a fin de mes, los sueldos de los trabajadores van más para abajo y las tarifas cada vez más arriba. Es bastante duro (…), estamos comprando la comida en cuotas, pagando intereses para comer, es algo ilógico”.

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La marcha, en la que se pidió un proyecto de ley para frenar los aumentos, se repetirá cada jueves de enero en una ciudad argentina: el 17 en Rosario, el 24 en Mar del Plata, y el 31 en Mendoza.

Fernando, un manifestante que marchaba junto a su familia, aseguró que hay que seguir protestando, pese a que cree que el gobierno no cambiará sus políticas.

“Me parece que la única manera de arreglar esta situación es esto, la movilización popular, es lo que no les gusta”, afirmó.

La eliminación de subsidios y los aumentos de los servicios públicos se dan en un contexto de recesión con alta inflación que acumuló 43,9% entre enero y noviembre pasado. Analistas proyectan que llegará a 27% este año, según un sondeo del Banco Central.

En 2018 se perdieron miles de empleos y la desocupación llegó al 9% en el tercer trimestre. La última medición arrojó que el 27,3% de los argentinos está bajo el renglón de pobreza.

Argentina atraviesa una crisis económica que llevó al gobierno a pactar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un auxilio por 56.000 millones de dólares.