Entre los 318 candidatos, este año el premio podría recompensar los esfuerzos contra la proliferación de las armas atómicas en un momento en que la crisis norcoreana adquiere tintes de Guerra Fría, dicen los pronósticos de los expertos escandinavos en asuntos internacionales.

Luego del presidente Juan Manuel Santos, recompensado el año pasado por sus esfuerzos para devolver la paz a Colombia, un premio para la lucha antinuclear sería bienvenido.

“El Comité del Nobel daría la campanada si le concediera el premio al acuerdo sobre el programa nuclear iraní”, opina Asle Sveen, historiador del premio Nobel, que coloca entre los favoritos al ex secretario de Estado estadounidense John Kerry y a los jefes de la diplomacia iraní, Mohamed Javad Zarif, y europea, Federica Mogherini.

El acuerdo cerrado en 2015 con seis grandes potencias (Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Rusia y Alemania) impone un estricto régimen de vigilancia sobre las instalaciones iraníes para garantizar el carácter pacífico del programa nuclear, a cambio de un levantamiento progresivo de las sanciones económicas.

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Pero el presidente estadounidense Donald Trump amenaza con revisar ese acuerdo, a riesgo de avivar las tensiones, y en las últimas semanas ha mantenido duros intercambios con el líder norcoreano Kim Jong-Un, a raíz de un nuevo ensayo nuclear y varios lanzamientos de misiles balísticos por parte de Pyongyang.

“Con Corea del Norte en juego, es muy importante apoyar las iniciativas que protejan contra el desarrollo y la proliferación de las armas nucleares”, señaló Henrik Urdal, director del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo.

Otra posibilidad sería la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), tal como sugiere el Consejo Noruego para la Paz.

La ICAN, una coalición mundial de oenegés, impulsó un tratado histórico de prohibición de las armas nucleares que fue adoptado por 122 países en julio, aunque su alcance es sobre todo simbólico, dada la ausencia de las nueve potencias nucleares entre los firmantes.

Los otros favoritos

Están la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), después de que el número de desplazados por las guerras, la violencia o las persecuciones alcanzara un nuevo récord: 65,6 millones de personas en el mundo el año pasado. ACNUR ya ganó dos Premios Nobel, en 1954 y 1981.

El papa Francisco también podría estar entre los candidatos a quedarse con el Nobel de Paz, o los Cascos Blancos sirios, conocidos socorristas de las zonas rebeldes en Siria.

Además se ha mencionado al médico congoleño Denis Mukwege, apodado “el hombre que repara a las mujeres” por los cuidados que aporta a las víctimas de la violencia sexual en su país.

Con información de AFP.

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