Hasta el 15 de septiembre el jefe de gobierno israelí adelantará una gira por Argentina, Colombia y México. Así como un encuentro con el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, en Buenos Aires. Luego, se reunirá con Donald Trump en Estados Unidos, y pronunciará un discurso en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.

Los presidentes abordarán acuerdos de cooperación en áreas tales como inversión, comercio, seguridad, lucha antiterrorista, desarrollo agrícola, tecnología, medicina, comunicaciones, energía y manejo del agua. Esto, atendiendo la resolución que aprobó el gobierno israelí en mayo del 2014, que hablaba explícitamente de la relación estratégica con América Latina.

“A Netanyahu le interesa consolidar sus relaciones con Argentina, que alberga a la mayor comunidad judía de América Latina, Colombia, con quien recientemente Israel, aprobó un acuerdo bilateral de libre comercio que promete aumentar los intercambios de forma significativa, y México, que tiene al país como segundo inversor extranjero sólo por detrás de Estados Unidos”, dice el diario chileno El Desconcierto.

“La llegada de gobiernos amistosos y la casi desaparición de gobiernos populistas” es la principal razón del jefe de gobierno israelí para ir a estos países, pues es el “marco propicio para el afianzamiento de relaciones”, según le explicó Modi Efaim, Director General de la Cancillería israelí para América Latina, a la BBC.

Esta situación es notoria con Colombia, aunque no es nueva porque las relaciones eran muy cercanas con el gobierno de Álvaro Uribe, especialmente en el ámbito de la seguridad, explica el portal. Netanyahu se reunirá con el presidente Juan Manuel Santos este miércoles.

Con México “las relaciones están en su mejor momento en años”, mientras con Argentina el cambio de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner al de Mauricio Macri facilitó el acercamiento entre esos países porque “el de Macri es el primero que muestra gran seriedad en la investigación de los atentados contra la embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 y la mutual comunitaria judía AMIA en 1994″, señaló la BBC.

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Esto sumado a que Israel fue el primer país fuera de la región en pactar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Mercosur, es observador permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y observador en la Alianza del Pacífico, lo que favorece los intereses de intercambio e influencia política con estos países.

Uno de los temas de cooperación más importantes está determinado por los cerca de 90.000 profesionales latinoamericanos que han participado en cursos de desarrollo de varios campos, organizados por la División de Cooperación Internacional de la Cancillería israelí.

Unos 35.000 de ellos, becados a cursos en Israel, y otros, beneficiándose de los cursos en sus respectivos países. Los jóvenes israelíes también muestran un gran interés en América Latina y el idioma español, dice la BBC.

Netanyahu además busca contrarrestar la influencia de Irán en Latinoamérica para su beneficio político y de seguridad. La más destacada puerta de entrada de Irán al continente fue la Venezuela de Hugo Chávez, tanto en el ámbito económico como militar, recuerda el medio.

También busca “enfrentar asuntos relativos al conflicto con Palestina, porque los países latinoamericanos se han sumado reiteradamente a los bloques hostiles de Israel en las Naciones Unidas”, dice el portal Diario Judío.

Finalmente, Israel busca reconocer que los votos de los países latinoamericanos fueron claves para que la Asamblea General de la ONU aprobara en 1947 la creación del Estado de Israel. Es decir, que Palestina fue dividida en dos Estados independientes, uno árabe y otro judío.

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