Shirley Yamauchi asegura que tuvo que cargar en sus piernas a su hijo por más de 3 horas luego de que, durante la escala que el vuelo hizo en Houston, un pasajero se presentara a la aeronave con un tiquete que tenía el mismo número de asiento que el menor, informa CNN.

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Por eso, le pidieron que quitara a su hijo de la silla que estaba ocupando, aun cuando había pagado 969 dólares por ella y a pesar de que en las normas de United Airlines, consignadas en su página de internet, se especifica que los niños mayores de 2 años deben ocupar su propio asiento.

Además, la propia Administración Federal de Aviación dice que llevar a un niño en las piernas no es seguro.

“Sus brazos no son capaces de sostener con seguridad a su hijo, sobre todo durante una turbulencia inesperada”, dice.

La mujer, dice, no quiso hacer algún reclamo, ya que recordó todos los pleitos que ha protagonizado United, en los que incluso ha llegado a agredir físicamente a algunos de sus pasajeros, pese a que en la mayoría de los casos las solicitudes de la aerolínea eran infundados. El primero de ellos ocurrió el 9 de abril pasado, cuando sacaron a golpes a un pasajero de un avión con sobreventa.

Citada por Newsweek, la mujer dijo:

“Empecé a recordar todos esos incidentes con United que salían en las noticias. La violencia. Dientes caídos por golpes. Soy asiática. Estoy asustada y me sentía incómoda. No quería que esas cosas me pasaran a mí”.

En un comunicado, la aerolínea dio su versión de los hechos: el puesto que estaba ocupando el menor no había sido registrado correctamente, y por eso el asiento aparecía desocupado, justo para que otra persona pudiera usarlo. Y agregó:

“Nos disculpamos sinceramente con la señora Yamauchi y su hijo. […] Estamos trabajando con nuestro personal para evitar que cosas de estas vuelvan a pasar”.

Según USA Today, la aerolínea ya le hizo el correspondiente reembolso del dinero a la mujer y le dio una compensación adicional.

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