El dopaje en las carreras de galgos se ha convertido en un problema recurrente. Desde esteroides anabólicos hasta solventes industriales se les suministra a los animales; sin embargo, la cocaína es relativamente nueva, indica The Washington Post.

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Los 12 perros que dieron positivo por benzoilmetilecgonina (el componente activo de la cocaína) eran entrenados por Charles McClellan. Aunque los animales fallaban los controles repetidamente, el hombre continuó trabajando con ellos hasta el 9 de junio, momento en que los reguladores del estado de Florida le suspendieron finalmente la licencia, reportó First Coast News.

Scott Stanley, toxicólogo de medicina veterinaria en la Universidad de California, explica que “no hay ningún estudio confiable” que indique que la cocaína es un estimulante que pueda ayudar a un galgo a ganar una carrera.

“Por mucho, la cocaína en los caninos acelera su ritmo cardiaco, aumenta su presión sanguínea, puede llevarlos a convulsionar y generar otras anomalías en el comportamiento”.

Las carreras de perros, una industria que se ha venido a pique en los últimos años debido a los constantes escándalos de maltrato animal, apenas cuentan hoy en día con 19 canódromos en los Estados Unidos, 12 de estos en Florida.

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