Las cifras las arroja un análisis hecho por el Instituto de Política Migratoria, citado por Quartz. Esos números, añade el medio, han crecido a lo largo de las dos últimas décadas, al igual que la proporción de ellos en el total de niños que viven en Estados Unidos. En 2015 era del 26 %.

Quartz comenta que los hijos de los migrantes están llamados a tener un fuerte impacto en la política estadounidense en los años venideros, y agrega que la gran mayoría de ellos, es decir 15,8 millones (88 %), nacieron en el país.

Varias encuestas publicadas entre 1991 y 2006 muestran que los hijos de inmigrantes, especialmente los provenientes de México, Laos y Camboya se encuentran por detrás de varios estadounidenses en cuestiones de educación e ingresos.

Reducir esa brecha es uno de los retos más urgentes que tienen el gobierno y los grupos defensores. En 2015, los hijos de inmigrantes completaron un tercio de los 29,4 millones de niños estadounidenses que viven en familias pobres, según datos del Instituto de Política Migratoria.

Además, en la coyuntura de la guerra frontal contra los migrantes, surge un interrogante importante: 4,1 millones de jóvenes en Estados Unidos (cerca del 6 % del total) fueron criados por un inmigrante ilegal entre 2009 y 2013. ¿Quién se ocupará de ellos si sus padres son deportados debido a las nuevas leyes migratorias del presidente Trump? No se sabe.

Por otro lado, lo que no parece ver Trump con sus decisiones es el costo que Estados Unidos tendría que pagar por ellas. Forbes da un ejemplo: el 83 % de los finalistas (33 de 40) del Intel Science Talent Search, una competición de ciencias para estudiantes de secundaria, eran hijos de inmigrantes.

Ese porcentaje en la competencia fue creciendo a lo largo de los años: en 2004, el 60 % de los finalistas tenía un padre inmigrante; en 2011, el porcentaje llegó al 70 %. No en vano, The Moderate Voice observa:

Los hijos de inmigrantes entre los finalistas entrevistados comprendieron los sacrificios que sus padres hicieron para asegurarles una vida mejor. Y es importante recordar, todos estos niños, nacidos aquí o naturalizados, son tan americanos como tú y como yo”.

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