La inesperada historia empezó en 2015, cuando Madison publicó un trino casual en el que dejaba abierta la invitación a alguien (cualquiera) que quisiera asistir con ella a un matrimonio. Este es el trino:

Twitter, @MaddieJo_13

“Así que llámame si quieres ser mi parejo en una boda mañana”.

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Tal vez sin esperarlo, Chuck le contestó poco después, vía mensaje directo, diciéndole que estaba dispuesto a ir con ella al matrimonio y preguntándole cuándo sería (a pesar de que ella ya lo había dicho en el trino). Ella le repitió que era al día siguiente, y él consultó la hora de la ceremonia. Luego de que Madison le confirmara que sería a las 6 de la tarde, él reiteró su deseo de ir con ella.

En un principio, Madison estaba algo nerviosa por la cita que tenía con Chuck, pero superó pronto sus temores. Él dijo en el trabajo que estaba enfermo y que por eso faltaría. En una entrevista con Mashable dijo que él sabía quién era desde antes, aunque no la conocía:

“La recordaba del instituto y sabía que era muy dulce. Llamé al trabajo enfermo porque ya me había contado toda la información de cuándo sería la boda y no quería perdérmela”.

Luego de asistir al matrimonio, los dos sintieron un ‘clic’, y semanas después empezaron a verse. Ahora, 2 años después de aquella imprevista cita, Chuck le pidió matrimonio de una forma bastante ingeniosa:

“La llevé al puente Coronado (San Diego, California) y ella puso un trípode para la cámara, para que nos tomáramos fotos juntos. Después de que oprimió el temporizador de la cámara, le dije que deberíamos intentar una nueva posición para la foto. En ese momento me arrodillé y le pedí que se casara conmigo”.

Ella, por supuesto, aceptó, y hace unos días publicó un trino con algunas fotos que recorren su singular historia de amor que muestra, como ella dijo, que es una locura como terminan las cosas:

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