“Ante la ruptura del orden democrático en Venezuela, situación que pone en riesgo nuestra seguridad, nuestra economía y las fuentes de empleo de los panameños y panameñas, y luego de un profundo análisis, he tomado la decisión de exigir visa a los ciudadanos venezolanos que quieran viajar a Panamá”, dijo el presidente panameño, Juan Carlos Varela.

Añadió que la medida migratoria se mantendrá “hasta que se recupere el orden democrático, se restablezca la Constitución y se respeten los derechos humanos en Venezuela”.

Varela cumplió así con lo que había adelantado la semana pasada flanqueado por el vicepresidente de Estados Unidos, Michael Pence, de que en los próximos días anunciaría “medidas que respaldan el retorno al orden democrático a Venezuela y fortalecen la seguridad interna” del país centroamericano.

El anuncio del visado para los venezolano se suma a la medida puesta en marcha el pasado 31 de mayo que redujo de 180 a 90 días el permiso de estadía en el país para los turistas de Venezuela, Colombia y Nicaragua, así como a un endurecimiento de los controles para vigilar los antecedentes penales de los extranjeros que entran a Panamá.

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En una breve alocución televisiva este martes, el mandatario panameño argumentó que en los últimos 6 años han llegado al país cerca de 60.000 venezolanos “que buscan un mejor futuro para ellos y sus familias”.

“Son medidas difíciles, pero la situación en Venezuela ha empeorado debido a la decisión de la Asamblea Nacional Constituyente de disolver la Asamblea Nacional Venezolana, irrespetando los principios democráticos, la paz social y actuando contra la voz del pueblo”, aseguró el mandatario.

El presidente panameño también indicó que su gobierno, “consecuente con nuestro compromiso de solidaridad y trato humanitario”, otorgará estatus migratorio a los 25.000 venezolanos que fueron “debidamente censados” hasta el 30 de junio de 2017.

Al principio de la reciente crisis venezolana, el gobierno panameño se mostró dialogante y apostó por el entendimiento, pero en las últimas semanas ha endurecido su discurso y se ha sumado al grupo de países y organismos internacionales que no reconocen la nueva Asamblea Constituyente y piden elecciones libres.

“Le propuse al presidente Nicolás Maduro invitar a la Santa Sede a formar parte del dialogo con la oposición, propuesta que aceptó en un principio y luego ignoró”, reprochó esta noche Varela.

El gobierno de Varela ha insistido en los últimos meses en que mantiene la “posición de impulsar una solución pacífica” para Venezuela, “derivada de un esfuerzo mancomunado del hemisferio, que contribuya a una solución a la crisis política y humanitaria que vive ese hermano país”, como dijo la semana pasada al anunciar que aplicaría medidas migratorias al país suramericano.

La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo, participó el pasado 8 de agosto en la reunión de cancilleres convocada de urgencia en Lima para condenar la situación en Venezuela, y dijo recientemente que su país no descartaba retirar a su embajador en Caracas.

Venezuela dice que obrará con “reciprocidad”

Ante el anuncio de Panamá, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, escribió en Twitter: “Venezuela recibe con indignación medida antintegracionista de Panamá. Obraremos con reciprocidad y nos reservamos medidas complementarias”, dijo Arreaza en su cuenta de Twitter.

En otro mensaje añadió que “la contribución de los venezolanos a la economía panameña no admite discusión, pero tras la visita” del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, a ese país, “la orden ha sido dada”.

EFE

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