Poco después de tropezar, el pequeño pensó que se trataba de un tronco fosilizado, luego llamó a su hermano y a su padre y se dieron cuenta de que era parte de un cráneo, por lo que pensaron que tal vez era el cadáver de una vaca, señala The New York Times.

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Luego de tomar algunas fotos del hallazgo en Las Cruces, estado de Nuevo México, EE. UU., el padre del pequeño Jude Sparks no logró establecer a qué animal correspondía este cráneo, parecido al de un elefante, por lo cual le envió las fotos al profesor Peter Houde, de la New Mexico State University.

En el primer vistazo, el experto concluyó que se trataba de un estegomastodonte, un familiar del elefante con grandes colmillos que se extinguió hace 1,2 millones de años por acción de los cazadores.

El profesor y la familia Sparks fueron al sitio del hallazgo y cubrieron la parte expuesta del fósil con tierra, para que no se degrade, hasta que se pueda recuperar mediante el adecuado proceso arqueológico para luego, probablemente, exhibir los restos fosilizados en la universidad.

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