Varias personas fueron testigos de la hazaña del niño, quien manejó alrededor de 2,5 kilómetros desde su casa hasta un restaurante McDonald’s, informó Morning Journal.

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De acuerdo con el diario, el hecho ocurrió el pasado 12 de abril hacia las 8 de la noche. Cuando el menor bajó la ventana del vehículo para hacer su pedido, los trabajadores del local pensaron que era una broma y que los padres iban en el siento de atrás.

Al percatarse de que solo eran niños, llamaron a la policía, que ya había recibido varias llamadas de gente que los habían visto por la calle, reportó el medio estadounidense.

El oficial Jacob Koehler habló con el pequeño, quien le aseguró que nunca antes había conducido y que había aprendido a manejar viendo videos en YouTube. Según el Morning Journal, en ese momento el niño empezó a llorar porque se dio cuenta de que había hecho algo mal y le confesó al agente que únicamente quería una hamburguesa con queso.

La policía se comunicó con los padres de los menores y mientras esperaban su llegada, disfrutaron de la comida que ordenaron. Koehler manifestó al diario que este no fue un caso de descuido, por lo que no se levantaron cargos.

Agregó que también estaba sorprendido por la inteligencia del niño, pues todos los testigos comentaron que había respetado las normas de tránsito: se detuvo en los semáforos en rojo y esperó a que pasaran los autos antes de girar a la izquierda para llegar al restaurante.

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