El pequeño Charlie Edwards notó que uno de los carteles decía que la silueta de un dinosaurio correspondía a un oviraptor, cuando en realidad se trataba de un proceratops, informó la BBC. El niño sufre de el síndrome de Asperger, que se trata de es un tipo de autismo.

El medio británico señaló que aunque sus padres dudaban de que el museo hubiera cometido un error, el menor insistió en que el cuadro mostraba una especie diferente. Cuando volvieron a su casa, los padres redactaron un correo electrónico al museo para ver si de hecho Charlie tenía razón o no. La madre del pequeño, Jade, se sorprendió positivamente al recibir la respuesta  y ver que el instinto de Charlie no había fallado.

Jade le explicó a la BBC el gusto de su hijo por los dinosaurios:

“Le encantaba la paleontología desde muy joven y empezó a leer enciclopedias cuando tenía unos 3 años”

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El museo dijo que estaba impresionado con el conocimiento de Charlie y procedió a corregir inmediatamente el cartel.

El portavoz de la institución comunicó que la galería de dinosaurios había sido modificada varias veces y eso había dado lugar al error en el etiquetado.

Los padres de Charlie lo habían llevado a él ya su hermano a pasar la noche en el museo de Londres, el pasado 21 de julio.

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