Según el relato de la menor, el reptil que la agredió medía más o menos 2,7 metros de longitud, y le agarró la pierna luego de acercársele por debajo del agua. Juliana intentó golpear al animal varias veces para que la soltara, peor no lo logró, relató a BBC.

Sin embargo, encontró una mejor solución: le metió los dedos en la nariz al animal para que no pudiera respirar y de esa manera se viera forzado a abrir la boca y liberarle la pierna.

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Steven Rodríguez, tío de la niña, pudo sacarla del lago donde ocurrió el ataque y se dio cuenta de que le estaba saliendo mucha sangre de la pierna. Por eso, fue trasladada pronto a un hospital, donde le trataron heridas en la rodilla y el muslo de su pierna izquierda, añade La República. Por fortuna, los mordiscos del animal no generaron daños muy graves y la niña pudo irse pronto a su casa.

Pero contrario a lo que se podría pensar, la pequeña no repudia ni les teme a los caimanes después del incidente. De hecho, en una entrevista citada por Mirror, (en la que parece confirmar que el reptil fue sacrificado) dijo que cree que esos animales son “bonitos” en su interior y que son criaturas “incomprendidas”. Además, dijo:

Él ahora está en el cielo y es un ángel caimán”.

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